La decisión de Jagoba
10-02-25

Yo siempre he sido de preguntarme todas las mañanas al despertarme, eso de, «¿quienes somos, de dónde venimos y a dónde vamos?, ¿estamos solos en la galaxia o acompañados…?». Vamos, que me preguntaba la canción entera.
Pero esto cambió el verano pasado cuando Jagoba anunció que se iba a Mallorca, no de vacaciones, si no a entrenar al equipo bermellón. Desde entonces mis vigilias se dedican en exclusiva a intentar desentrañar este misterio.
Existen varias teorías de la conspiración: en unas, Braulio y Cata ya no le bailaban el agua al de Berriatua y habían más desacuerdos que coincidencias en sus pareceres. En otras, el presidente le anunciaba que llegaban las vacas flacas, habría que apretarse el cinturón y se iban a empezar a marchar jugadores referenciales del equipo.
Otras teorías conspiranoicas apuntaban al núcleo opusiano del club, que no veía con buenos ojos la filiación ideológica de Jagoba. Hasta radio patio aseguraba, que Jagoba se iba porque veía que el proyecto estaba agotado y la vaca no daba más leche. Incluso, desde otros mentideros, se hablaba de que los jugadores ya no creían en el sistema de Arrasate.
Yo lo que pienso, es que la señora de Jagoba, después de haber tenido que pasar entre Soria y Pamplona, casi diez inviernos, se puso en modo amatxo matriarca y le dijo que p’a Mallorca. Jagoba no tuvo ni oportunidad de pedir la revisión del VAR.
Puñaleitor